Primero que nada, disculpa por el retraso. No he tenido contacto con las delicias tecnológicas en días.
Todo empezó en el oxxo. No recuerdo qué día. Fui a comprar una de esas indispensables coca colas de tres litros para aguantar la noche de trabajo que me esperaba. Oxxo-Toño no me guardaba rencor por el chasco de la vez pasada y me hizo pasar.
En ese momento estaba todavía conciente de los peligros de tomar una cerveza en esas condiciones: yo debía trabajar. Era mi última semana de trabajo y tenía que tener todo listo el viernes (por cierto, hoy es lunes y estoy escribiendo esto en vez de terminar mis pendientes del trabajo).
Sea como sea, Toño el OxxoMan me retó a probar la Sol con limón y sal. Yo... yo no pude resistir tan salvaje oferta. La cerveza, por supuesto, era nefasta. Mejor que la Sol normal, sí, pero nefasta de todas formas. Y ése fue el problema. Para quitarme el mal sabor de boca tuve que tomar un caguamón de Victoria. Ahora bien, a estas alturas yo ya había pagado la Sol y la Victoria. Le tocaba a Toño poner la siguiente.
A las seis de la mañana salí del Oxxo, me bañé y fui a trabajar.
En algún punto se hizo de noche, y yo fui al teatro. Anocheció de nuevo y aparecí en un departamento en Copilco comiendo fondue y bebiendo vino de tetrapack. Luego salí del cine (creo que vi Batman, pero no estoy seguro). Aprendí que en algunos hoteles la diferencia entre la cama normal y la king size es de 40 pesos. Adquirí un Torres 10. Fui al teatro de nuevo.
Saliendo del teatro empezaron a llegarme mensajes peculiares al celular indicándome cómo llegar a un misterioso bar donde, según me dijeron, tocaban buen jazz. Al estar a menos de una cuadra del sitio indicado, otro mensaje me advirtió que el lugar tenía cover. De 200 pesos para ser precisos. Eso estaba 200 pesos arriba de mi presupuesto así que deambulé en busca de otro lugar. Finalmente el factor del precio barato pudo más que yo y me atrincheré en un lugar harto snob que se hace llamar "La Gioconda". Su giro era que el litro de cerveza estaba a 30 pesos. Con eso fui convencido.
No sé cómo llegué a mi casa, pero algo debí haber hecho mal porque desperté el lunes sin camisa y con mucho calor. Y es que no estaba en mi casa.
Un par de preguntas a los transeuntes confirmaron mis sospechas. Había regresado a Mérida.
Ya tengo boleto para volver al Df.
Pero antes, me abasteceré de Xtabentún.
4 comentarios:
La cerveza con limón, mala decisión. Torres y Xtabentún, buena decisión. Salúdeme a quien vea si es que sigue allá ^^
Brother..
Si lees esto antes de que te vea,con bastante certeza, significa que todo salió mal y nadie esta ebrio aún.. Pero aún así.. no desperdiciaré mi valioso tiempo (de estudio) en inútiles devaneos y quiero proponerte esto:
Tu no estuviste en La Hecatombe, al menos, no físicamente, entoces por que no hacer una mini-hecatombe. Quiero decir, no hemos tenido tiempo para planear nada aún, lo que significa que la fiesta, en caso de hacerse, podría salir mejor que la original, Berly debe tener unas cuantas docenas de Misiles y con un presupuesto modico por parte de los involucrados "100 varos per capita".. Ya la hicimos...
La locación, yo propondria casa de Edi, si el puede.. pero ya no puedo pedirla yo... no despues de lo que Berlanga hizo la ultima vez (Las salchichas del refri un hombre son sagradas..)... Eso estaría en tus manos, después de todo, eres el hijo prodigo!!
Tengo Mucha, MUCHA voluntad,solo es cuestión de que tu tambien, and off we go..
Mi Refri es famoso!
Xtabentún..yum
chingados, yo quería ir.
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